martes, 5 de abril de 2016

Manifiesto ante el acuerdo suscrito entre la UE y Turquía


Desde numerosas Sociedades Nacionales de la Cruz Roja, queremos expresar nuestra profunda preocupación por el emergente impacto humanitario del acuerdo firmado recientemente entre la UE y Turquía para frenar el flujo de inmigrantes a Europa. Tememos que su aplicación no socave sólo los derechos internacionales y europeos de los refugiados, sino también los derechos humanos. Queremos enfatizar que todo esfuerzo realizado por la Unión Europea y sus Estados miembros para hacer frente a esta crisis humanitaria debe cumplir plenamente con las obligaciones internacionales. Esto implica la obligación de respetar el derecho de todos los solicitantes de asilo a poder hacerlo y acceder a procedimientos justos y eficaces para la determinación del estatuto de refugiado. También se debe garantizar la protección contra la devolución, incluyendo la "devolución en cadena", en cualquier circunstancia.



Las negociaciones políticas sobre las cifras, acuerdos financieros e intentos de cerrar fronteras, ocultan el apuro y la angustia de miles de personas vulnerables - hombres, mujeres, padres, madres y niños - que cada día arriesgan su vida para alcanzar la seguridad en Europa. Nuestras Sociedades Nacionales de la Cruz Roja opinan que el acuerdo entre la UE y Turquía refleja una falta de empatía y humanidad, ignorando la verdadera desesperación que ha llevado a tanta gente a embarcar en estos viajes tan peligrosos. Basados en nuestra experiencia podemos decir que las políticas de disuasión y el cierre de fronteras tienen poco impacto en cuanto a la reducción de la vulnerabilidad de personas desesperadas. Al contrario, el cierre de fronteras de forma indiscriminada, y la criminalización de las migraciones irregulares, tienden a exponer a los más vulnerables, incluyendo mujeres y niños, a mayores riesgos, tales como la separación familiar, el abuso sexual, la trata de personas, la violencia y la muerte. Como hemos visto muchas otras veces, cuando una frontera se cierra, nuevas rutas se abren rápidamente.


Todos estos factores, entre otros, han creado una situación catastrófica de emergencia humanitaria en Grecia. Se trata de una crisis europea que requiere acciones concretas y auténticas de solidaridad entre los estados. No se puede esperar que Grecia o Turquía se hagan cargo ellos solos de todos los inmigrantes que llegan a sus territorios. A pesar de los esfuerzos de la UE para detener el flujo de inmigrantes a la República Helénica, unos 1.000 migrantes vulnerables siguen llegando a las islas griegas cada día. Según el ACNUR, el 28 de marzo del 2016 se habían registrado ya 164,338 llegadas por mar. Se estima que cerca de 45.000 personas siguen atrapadas en Grecia en condiciones deplorables. Como testimonia a diario el personal de la Cruz Roja Helénica y de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja desplegados para abordar la situación humanitaria en este país, la gente está durmiendo en tiendas de campaña, sufriendo temperaturas bajo cero, con un acceso precario o casi inexistente a la sanidad, la alimentación, los artículos de primera necesidad y la educación. Tras la firma del acuerdo entre la UE y Turquía, miles de personas fueron transportadas de las islas griegas al continente, lo cual ha provocado confusión y pánico. Es probable que este desplazamiento exacerbe las ya inestables condiciones humanitarias que enfrentan los migrantes en el continente.

Garantizar la seguridad y los estándares de vida dignos a los migrantes en Grecia y Turquía requiere esfuerzos masivos y concertados de todos los Estados miembros de la Unión Europea. La contención del flujo de personas como única medida no resolverá esta crisis humanitaria – creará otra. Debemos recordar que se trata de las repercusiones más amplias de conflictos no resueltos y de pobreza extrema, los cuales requieren soluciones políticas.

Si bien las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja continuarán proporcionando asistencia y protección a los migrantes vulnerables a lo largo de su recorrido migratorio, los Estados miembros de la UE deben tomar conjuntamente la responsabilidad de encontrar soluciones sostenibles y humanas.

Damos la bienvenida a los compromisos hechos por los Estados miembros de la UE en aumentar esfuerzos de reasentamiento y reubicación de migrantes. Dada la magnitud de la situación actual, los compromisos tienen que ser más abundantes y se deben aplicar urgentemente, en combinación con otros planes de acción que garanticen el acceso de los migrantes a la protección, tales como la reagrupación familiar y la emisión de visas humanitarias. Según nuestra experiencia, más del 40% de los sirios que llegan a las islas griegas tienen como objetivo reunirse con familiares que ya están en otros países en la Unión Europea. Las medidas adoptadas no pueden, en ningún caso y bajo ninguna circunstancia, ir en detrimento de los refugiados provenientes de otros países como Afganistán, Irak y Eritrea, que también están embarcando en travesías marítimas peligrosas en busca de protección internacional.

Las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja somos conscientes de las dificultades que esta crisis humanitaria plantea a los gobiernos de la UE, sin embargo, creemos que los Estados miembros de la UE y las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja deberían afrontar este desafío juntos. Esperamos más de nuestros gobiernos y estamos dispuestos a darles todo nuestro apoyo. Por lo tanto, urgimos a la UE a:
·         Mantener el acceso para todos los migrantes, independientemente de su nacionalidad o estatuto, a la asistencia humanitaria y a la protección a lo largo de su ruta migratoria, incluyendo en las fronteras y en los “hot spots”.
·         Asegurar que las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja tengan acceso efectivo a todos los migrantes, independientemente de su situación legal, para poder prestar asistencia y protección, sin ser penalizados.

      Asegurar que todos los solicitantes de asilo tengan el derecho efectivo de hacer una petición de refugio y recibir protección en conformidad con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Estatuto de los Refugiados y la legislación vigente en la UE. Todos los solicitantes de asilo deben tener acceso a la asistencia jurídica y el derecho a una evaluación individualizada de su candidatura.
·         Crear más vías de acceso seguro y legal a Europa, en particular mediante el reasentamiento de los migrantes, el proceso de la reunificación familiar y la expedición de visas humanitarias. La guerra y los desastres a menudo separan a las familias, que se ven obligadas a dejar atrás a niños y ancianos. Según el derecho internacional y europeo, los Estados miembros de la UE tienen la obligación de facilitar la reunión de las familias.
·         Montar operaciones dedicadas de búsqueda y rescate en toda la cuenca mediterránea y garantizar asistencia a los migrantes en peligro.
·         Dar prioridad a la cooperación entre los Estados para asegurar un apoyo continuo, seguro y sin obstáculos a las víctimas de conflictos o violencia. Se deben encontrar soluciones duraderas para resolver este tipo de conflictos, de lo contrario la gente tendrá que abandonar sus hogares para garantizar su seguridad y la de su familia.  


Esta opinión ha sido respaldada por las siguientes Sociedades Nacionales de la Cruz Roja:
-          Werner Kerschbaum, Secretario General, Cruz Roja Austríaca
-          Pierre Hublet, Secretario General, Cruz Roja Belga (Comunidad Francófona)
-          Michael Adamson, Director de la Cruz Roja Británica
-          Takis Neophytou, Director General , Cruz Roja de Chipre
-          Anders Ladekarl, Secretario General, Cruz Roja Danesa
-          Riina Kabi, Secretaria General, Cruz Roja Estonia
-          Javier Senent, Presidente, Cruz Roja Española
-          Kristiina Kumpula, Secretaria General, Cruz Roja Finlandesa
-          Profesor Jean-Jacques Eledjam, Presidente, Cruz Roja Francesa
-          Liam O'Dwyer, Secretario General, Cruz Roja Irlandesa
-          Francesco Rocca, Presidente, Cruz Roja Italiana
-          Uldis Likops, Secretario General, Cruz Roja de Letonia
-          Gintarė Guzevičiūtė, Secretaria General Interino, Cruz Roja de Lituania
-          Gijs de Vries, Director, Cruz Roja Holandesa
-          Asne Havnelid, Secretaria General, Cruz Roja Noruega
-          Irena Nečemer, vicepresidenta y representante legal, Cruz Roja de Eslovenia
-          Ulrika Årehed Kågström, Secretaria General, Cruz Roja Sueca
-          Markus Mader, Director, Cruz Roja Suiza
-          Silviu Lefter, Director de la Cruz Roja Rumana
-          Zuzana Rosiarová Kesegová, Secretaria General, Cruz Roja Eslovaca  



Antecedentes:

El acuerdo entre la UE y la Turquía establece que, por cada Sirio reenviado a Turquía de las islas griegas, otro refugiado Sirio será reasentado reenviado de Turquía a la UE. El acuerdo también establece que todos los nuevos migrantes ‘irregulares’ que dejan Turquía para viajar a las islas griegas a partir del 20 de marzo 2016 serán devueltos a Turquía. Los costes de estas operaciones de retorno serán apoyados por la UE.

lunes, 23 de marzo de 2015

ÉBOLA. Hoy 23 de marzo, un año de la declaración oficial de la epidemia


 Ya no está, no hay peligro, el Ébola ha vuelto a su casa, que por supuesto no es ni es, ni pensamos que sea la nuestra. Allí en África, donde el dolor no nos llega y por lo tanto el miedo tampoco, donde nos da lo mismo que los trajes de protección sean buenos o malos, largos o cortos, allí se queda el Ébola, la angustia, el luto, la desesperación y la impotencia.




  Nuestro primer mundo tiene bastante con la corrupción, las guerras y ahora, las elecciones cargadas de promesas, insultos y descalificaciones.

  Resulta demasiado fácil desenganchar el tema de las primeras páginas de periódicos, telediarios y tertulias radiofónicas, tanto como quitarse con la mano la caspa que cae en el hombro o en la solapa de la chaqueta, porque no me negarán que somos bastante casposos encerrados en nuestras cuitas, viendo cómo apretar más el cinturón de los más débiles y ensanchar la distancia con quienes crecen cada día más en su riqueza al margen de su origen, sin explicaciones.


  

  No estaría mal que hoy día 23, al menos, echáramos la vista a un pasado reciente que nos tuvo al “mundo desarrollado” temblando de miedo, para entender y atender que África sufre la penalización que conlleva la pobreza, destroza vidas, vacía de miembros las familias, quebrando la esperanza y por lo tanto futuro.

martes, 24 de febrero de 2015

Así no se sale

  Los datos gordos, los llamados macroeconómicos, que apuntan maneras, generan justificadas alegrías en los gobernantes como indicadores de salida de la crisis y buena imagen ante otros países; no terminan dando trabajo, y menos aún trabajo digno y suficiente para los millones de parados, para quienes carecen ya de prestaciones por desempleo, ni para los dependientes que siguen a la espera de resoluciones justas y por tanto suficientes; no dan buena imagen para los que pierden detrás del empleo la vivienda, ni para quienes carecen de tarjeta sanitaria, de recursos para complementar la compra de medicamentos. Estos ciudadanos son muchos, muchísimos, demasiados, como demuestra la necesidad de atención por parte de Cruz Roja, Cáritas y muchas ONG más que colaboran en la atención a los más vulnerables y las miles y miles de personas a las que nadie llega con ayuda.




  Con este panorama, con la foto de la realidad presente es necesaria una reflexión, con miras algo más a fondo que las simples matemáticas macroeconómicas, mirar al enfoque, al sentido, la orientación de nuestro sistema económico, a la jerarquía de valores que lo dirigen.

   Los mercados, qué duda cabe, son importantes pero no pueden ser el alma de la sociedad, el centro en torno al que gira toda estrategia, toda decisión. Es imprescindible para construir un mundo realmente decente y humano, que la persona sea el centro de la política y la economía, porque con las prioridades actuales que no cuestionan el modelo ni las desigualdades, ni la exclusión progresiva que se está produciendo, así no se sale.


Juan Luís Chillón

miércoles, 18 de febrero de 2015

VERGÜENZAS.

Seguro que el deporte  con mayor índice de participación es el de “tapar las propias vergüenzas”. Universalmente practicado por jóvenes y mayores, mujeres y hombres de cualquier clase social, raza o religión, pero especialmente asumido por los próceres de la sociedad, los responsables de lo de todos, los que están más en la palestra y a la vista del común de mártires.



Hay diferentes métodos validados y perfectamente, casi científicamente, testados:
1.      Método de la ausencia vergonzante; es el más común y con diferencia sobradamente experimentado en laboratorios, es el de “yo no he sido”, en sus diferentes versiones: “yo no estaba allí”, “no era el encargado, el responsable..”, “es que no tenía ni idea”.
2.      Método de disminución de caudal y expansión; también es de uso común y muy apreciado en ciertos medios, tal como “no tiene importancia”, “no es tan grave”, “lo hacen todos”.
3.      Método de la reversibilidad, ¡tú la llevas!; “pues anda que tú”, “y tú más”, “lo vuestro es mucho peor”.
4.      Método de la dilación temporal; “cuando llegue el momento me voy”, si me dijeran que.. lo dejo”, “si hace falta para no dañar me marcharía”.


Otras muchas opciones analizadas por diferentes y prestigiados expertos, se podrían añadir al elenco metodológico, pero como muestra bien vale un botón.

¡El ejemplo, el testimonio, la limpieza…, mejorarán nuestra sociedad!.


lunes, 9 de febrero de 2015

20 de febrero. Día mundial de la justicia social

  Somos muy sensibles al frío especialmente en estas fechas con media España helada; sensibles también aunque con diferente grado, a las carencias básicas que padece buena parte de nuestra población: alimentos, calefacción, agua, gas, etc., con quienes compartimos ocasionalmente algo de nuestros bienes. 



  Sin embargo, todos sabemos que la mera solidaridad es paliativo y no solución de los problemas, razón por la que aprovechando el día mundial de la justicia social, es bueno que nos recordemos a nosotros mismos y a quienes rigen los destinos de lo público, que construir una sociedad justa pasa necesariamente por alcanzar un grado muy superior en la generación de empleo, reparto de los bienes, reducción de las desigualdades, reconocimiento y atención de quienes son dependientes, igualdad de posibilidades en educación, salud, participación ciudadana, etc., para que las celebraciones sean un compromiso y una mera referencia a las utopías.

miércoles, 28 de enero de 2015

Auschwitz 70 años después

  Solamente quedan restos de testimonios vivos, unos pocos ancianos que padecieron el horror, hijo del sinsentido y la locura que intentaron justificar el extermino de millones de personas como máxima expresión del desprecio por el ser humano. Es la total ausencia de la razón que debería justificar la superioridad de nuestra especie, la carencia de sentimientos y sensibilidad para estremecerse ante el dolor, la miseria, la enfermedad, la soledad, la exclusión..; daños que muy por el contrario promovieron, “explicaron” y ejecutaron.

 Hay otras experiencias genocidas en la historia de la humanidad, que han alcanzado el culmen de la brutalidad, despojando a este ser superior que suponemos (el homo sapiens), de todo resquicio de valores, dignidad y posibilidad de una autoestima justificada.




En estos tiempos de urnas y votaciones, votamos por la vida, el respeto, la solidaridad, la inclusión de los más desfavorecidos.

  Es el único voto útil


  Juan Luís

domingo, 18 de enero de 2015

Es el momento

  

  Hemos vivido con estupor la brutalidad de los asesinatos de París, igualmente hemos visto a cientos de miles de personas manifestarse en la capital francesa y en otras muchas poblaciones del país vecino. Muestras la una y la otra de desequilibrio y fanatismo por una parte y de defensa de la libertad de expresión y unidad ante el horror.






  Pero este es el momento también, de los depredadores de la libertad, la ocasión para que las xenofobias, racismos y todo tipo de exclusión, que generalmente coincide con los menos agraciados por la fortuna; el momento de que salgan a la palestra los restos renovados de la intolerancia, para vejar a la población del islam, a quienes profesan otras creencias, tienen otro origen, o, calzan color de piel diferente.



  

  Desde una posición más intestinal que reflexiva, se obvia que el islam es quien más sufre el terrorismo. Tal vez desconocen los 2.000 masacrados por Boko Haram en Nigeria y las múltiples matanzas que producen los yihadistas entre los musulmanes de tantos países. Quienes entienden que es el momento para instigar a quienes tienen como afición pintar sinagogas o mezquitas, no es que hayan perdido el norte, es que ocultan sus grandes capacidades de humanidad, empatía, solidaridad, etc. Seguro que las tienen.